Argentina, en un partido crucial
Las obligaciones, rápidamente se abalanzaron sobre el mostrador del equipo argentino de una manera inesperada, si es que esto, no resulta peyorativo con la historia del fútbol paraguayo y con lo poco previsible de este juego.
Un panorama que todos abonamos desde el exitismo y de la razón ya que como analizamos después del primer partido en La Serena, el equipo que dirige Gerardo Martino, se presentó como un candidato rotundo para todos los analistas más distantes.
Ahora bien, el gol de Lucas Barrios cuando expiraba el partido en el estadio La Portada, apuró el trámite y lo que estaba reservado para instancias futuras del torneo, debe articularse para el choque contra La Celeste y bajo ciertos condicionamientos que ese empate del primer juego, promueve.
Los dos seleccionados, protagonistas de choques centenarios, se expondrán a las circunstancias; acaso el elenco del Maestro Tabarez llega con algo más de aire por la victoria frente a Jamaica pero, el pobre trabajo en cuanto al rendimiento futbolístico, deslujó el resultado y le quita en el análisis previo, el respaldo que un triunfo inicial otorga. Por otra parte, Argentina, castigado por la crítica general y dos puntos por debajo de su rival, necesita expresar una conducta más equilibrada y alcanzar esos términos de excelencia que pese al paso en falso del sábado, la colocan por encima de Uruguay objetivamente.
ZABALETA Y BIGLIA, PRIMERAS
RESPUESTAS DE MARTINO
Cuando el entrenador argentino confirmo la formación inicial para jugar ante Paraguay y frente a la certeza que todos los jugadores del plantel estaban disponibles, una serie de interrogantes se instalaron legítimamente; Facundo Roncaglia y Ever Banega, desplazaban a Pablo Zabaleta y Fernando Gago respectivamente, con el aditamento que el caso del volante central, además Roncaglia prevalecía en la comprensión del técnico por sobre Lucas Biglia, es decir, Banega avanzó dos imaginarios casilleros y si bien no se trataba esa determinación de una rareza, dejaba margen para poner bajo la lupa el trabajo del mediocampista del Valencia.
Es evidente que el deterioro colectivo del segundo tiempo, arrastró a las piezas más frágiles y por lo tanto, la salida de ambos para el cruce de mañana por la segunda fecha del grupo B de esta Copa América, no sorprende. Martino presagiando un partido friccionado y porque no, áspero, vuelve a las fuentes y mandará a la cancha a Pablo Zabaleta y a Lucas Biglia.
El lateral del City, por oficio y aptitud más moderada para trabajar por el lateral derecho, buscará aportar esa cuota de templanza que bajo presión y en condiciones adversas, desarticularon el sistema defensivo del equipo cuando los espacios se tornaron infinitos ante los guaraníes; el otro razonamiento de Martino, se vincula a la compensación que demandará la recuperación de la pelota y el temperamento para defenderla, es así que Lucas Biglia tendrá la oportunidad de llevar esas soluciones no solo por la floja tarea que Argentina entregó en el primer juego sino, fundamentalmente, por la característica del rival que como todos saben, hace gala de una entrega física y un impulso hacia la fricción que lo definen.
Será una instancia equivalente a una final en este tipo de torneos; la última vez que se reunieron fue en Santa Fe en el marco de la última copa continental, allí en el estadio de Colón, Uruguay lo eliminó en cuartos de final y dio por terminado como efecto secundario, el ciclo de Sergio Batista a cargo del equipo mayor y sembró un mar de dudas sobre la continuidad de Lionel Messi, algo que después corrigiera favorablemente Alejandro Sabella y que hoy el Tata Martino, corrobora con autoridad.
“TODAVIA LA COPA AMERICA
NO PERFILA FAVORITOS”
En la sala de prensa del estadio La Portada, entrevistamos a Marcelo Espina, ídolo de Colo Colo y ex jugador de la Selección Argentina en tiempos de Daniel Passarella; sobre el nivel de juego de los primeros partidos señaló “Respecto de Argentina no veo que haya que preocuparse por lo sucedido ante Paraguay, se necesita un par de partidos para adaptarse a la competencia y no tengo dudas sobre el futuro del equipo en esta copa; la enorme jerarquía del plantel y un cuerpo técnico muy trabajador, pondrán las cosas en su lugar. Después se dieron resultados que sorprenden como en toda competencia de estas características, Brasil y Colombia se complicaron demasiado y Chile, que ganó por dos goles, tampoco lució muy compacto. El torneo recién comienza y me parece que los candidatos que aún no se perfilaron, surgirán de la lista que previamente, la mayoría enumeró”. Esta noche entre el Pacífico y la Cordillera, Argentina y Uruguay, dilucidarán sus encrucijadas.
Copa América Chile 2015