ABRIL, ULTIMA ESTACIÓN
Ya no quedan dudas de quienes son los responsables de la mayor crisis de los últimos 30 años en Atlético. Bienvenidos todos a este estado de comprensión simple, incluso aquellos que por ingenuidad o por interés, no quisieron ver como crecía este elefante dentro del bazar.
El reflejo de tal enfermedad, son los resultados deportivos vergonzantes para la historia del club y el desfile interminable de jugadores en muchos casos “googleados” para ampliar de manera infinita planteles que solo entregaron eslabonadas humillaciones a los simpatizantes.
Vincular a los últimos entrenadores contratados como paraguas a esta debacle, es como defender el índice de precios en la gestión de Guillermo Moreno, es decir, una ofensa al razonamiento de la opinión pública. Las gradas despobladas del Monumental y la ausencia de valores propios en equipos sin el más elemental sentido de competencia, también acometen contra la dignidad de los seguidores de La Crema.
Todo este proyecto sin proyecto además, se chupó como una esponja, más de 100 millones de pesos en cuatro años gracias a la inmensa generosidad de la caja del estado por el programa FPT y la fidelidad de empresas de primera línea a nivel nacional como sponsors, lo que desnuda un agravante mayor: FRACASAR CON PLATA.
Ya no importa si la próxima semana Burruchaga sigue o no al frente del equipo profesional o si Lucas Bovaglio, asumirá como un recursos desesperado; si en cambio importa que en dos meses como se llamen, las autoridades deben ser otras y reparar los graves daños sociales y deportivos, su misión principal.
Sí, aunque se pague con el descenso.