Encerrado en su crisis
Atlético de Rafaela reapareció en escena de la peor manera. Más allá de haber planteado una relativa paridad ante Lanús durante 75 minutos, cuando “estornudó” en el “Néstor Díaz Pérez” terminó recibiendo una goleada. El sábado tuvo un final de partido digno de su performance general en la temporada, pero además sumó otro dato negativo: se convirtió momentáneamente en el equipo más goleado, entre 30 competidores, de los cuáles 10 vienen de la “B” Nacional.
Los infantiles errores en defensa, dos protagonizados por un desconocido Germán Re, fueron letales, en una continuidad de desaciertos que envuelven a la “Crema” de mucho tiempo a esta parte y lo convirtieron en uno de los peores de Primera División.
¿Hay salida? Improbable, o bien podríamos decir que sería milagroso. Ya casi no habitan la escuadra “celeste” elementos de la casa, que en los malos momentos daban un plus, los de mayor jerarquía transitan sus últimos días como profesionales y los jóvenes parecen tirados a la cancha mucho antes de su maduración.
En el centro de la escena, Astrada, a quien poco se le puede endilgar la situación general por ser el tercer entrenador de renombre consecutivo que no le encuentra solución al entuerto. Ante la falta de resultados y de refuerzos que avizoren una mejora sustancial del recurso humano, ¿sus energías serán las mismas de hace sólo 3 meses, cuando llegó para suceder a Sensini?